Explicar los fundamentos bíblicos e imperiosos sobre el carácter de Dios ante cada familia del mundo, especialmente a quienes aún nuestras iglesias no han alcanzado.

Trazar y asimilar las enseñanzas de la expansión del movimiento cristiano global, desde la época de Cristo hasta el presente, y describir la tarea pendiente por hacer.

Evaluar el carácter estratégico de cada creyente y las oportunidades de obediencia a Dios como participantes en el hogar, comunidad, iglesia, trabajo y/o en el extranjero.

Formar, en conjunto, estrategias que integren el sentido bíblico, las lecciones que nos deja la historia, las consideraciones culturales para alinear nuestros planes y objetivos con la pasión que late en el centro del corazón de Dios.

Identificar los problemas específicos y las competencias necesarias para comunicar el evangelio en distintos ámbitos sociales y culturales.